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GUANTES SPORTFUL FIANDRE


Cuando llegan los días más grises en los que, además de las escasas horas de sol, se acumula el viento, el frío y la humedad, hay que pertrecharse bien para seguir disfrutando de nuestra bicicleta. Debido a las especiales características de nuestro sistema vascular, hay tres zonas en el cuerpo humano que reciben una menor irrigación de fluido sanguíneo, por lo que son más proclives a padecer los efectos de las temperaturas bajas y de la humedad. Dicho esto, resulta imprescindible elegir muy bien la vestimenta que utilizaremos para mitigar, en la medida de lo posible, la influencia de las condiciones atmosféricas sobre nuestro cuerpo.

Los guantes Fiandre que nos presenta Sportful sobresalen por lo austero de su diseño y, hasta que no te los pones, no descubres los detalles que los convierten en uno de los mejores modelos que hemos probado para pedalear en invierno.

La cubierta está confeccionada con un tejido de poliéster de muy alta resistencia a la abrasión, pero manteniendo un coeficiente de flexibilidad muy bueno, por lo que resulta realmente cómodo realizar cualquier maniobra con las manos, con las lógicas limitaciones de llevar unos guantes que disponen de tres capas de tejido (cubierta, lámina micro porosa y termo fleece interior) que se incrementan en otra capa más en la zona de la palma de la mano donde, además, hay otro tejido anti abrasivo y adherente, para protegernos en caso de caída y mejorar el agarre del manillar y manetas de freno y cambio. El capítulo de confort lo remata un collarín elástico, ajustable mediante una muñequera de velcro, que deja la mano totalmente aislada del exterior.


Los Fiandre guardan su mayor secreto en el interior: se llama OutDry y se trata de una membrana micro porosa, con huecos de ventilación de 0,03 mm (desconocemos la columna de agua que tiene esta equivalencia) que, en lugar de formar una capa independiente entre el tejido exterior y el interior, está adherida a estos formando una sola capa triple, con lo que se evita la presencia de condensación entre estos diferentes elementos.


La prueba

Hemos tenido la oportunidad de pedalear con los Fiandre en condiciones de frío y humedad exigentes, pudiendo certificar que el aislamiento es absoluto, de lo mejor que ha pasado por nuestras manos (nunca mejor dicho). Debido al ajuste del collarín elástico resulta un poco complejo ponérselos, pero es el  precio por disponer del mejor aislamiento. Los movimientos de los dedos se ve perjudicado lo justo, incluso, la horma de estos guantes es tan generosa que nos permite ponernos unos guantes más finos en el interior (para construir otra capa más de aislamiento) si las condiciones de frío son extremas, y todo ello sin la necesidad de comprar una talla más grande.

Lo que más nos preocupaba era la posibilidad de que la porosidad fuera tan radical que llegásemos a sudar con los Fiandre puestos, pero el coeficiente de transpiración es fantástico y el compromiso entre impermeabilidad y transpirabilidad es perfecto. En momentos de esfuerzo intensos, en plena subida, sí hemos mostrado que las manos se humedecen ligeramente, pero cuando cesa el esfuerzo, el tejido tiene la capacidad de eliminar por completo la humedad de la piel.


fuente: ciclismoafondo.es

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